Empezaba 1881 y en un ranchito del sur de lima ,una mujer
esperaba el retorno del soldadito, su hijo de dieciséis años. salió
temprano, cuando le dijo.me prestare como voluntario para defender al Perú
padecemos de una incompensable guerra y aquella sacrificada viuda sentía que no
podía frenar el patriotismo de un valiente retoño. ella se siente orgullosa de él, aunque temía
perderlo. el temor se agravó al sentir las cercanas descargas de fusilería y de
los cañones. fue entonces que el soldadito llegó con toda energía.me aceptaron
–grito boya defender a mi patria, los oficiales Cáceres lo habían admitido , me
piden documentos, le dijo. asu madre.
ella le dijo hijo mío tengo mucha pena porque se cuando te
vas, pero nose cuando regresaras. tu padre me dijo lo mismo y mira estamos
solos tu yo y ahora tu me dejas.
entonces el hijo muy triste le dijo madre descuida yo
regresare por ti y sé que mi padre me
estara guiando cada paso que de en mi
lucha.
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